Todo ocurrió de una manera extraña. No sabría decir. Tú, nosotros, el otro, el tráfico, el atasco... demasiados elementos necesarios pero que sobraban. Era la tarde de un viernes, a eso de las 17:00 hora peninsular. En el interior presenciabas una discusión absurda propiciada por las dichosas pantallas... maldito síndrome que nos atrapa y arroja:
- Mi GPS no va
- Pues el mío tampoco
- Pues algo habrá que hacer, ¿no?
Móstoles siempre ha estado ahí, en el mismo sitio. Pero la gran urbe y nuestra ignorancia nos impedían encontrar el camino. Sin el sherpa urbano, no sabíamos qué hacer. Y en mitad de la disputa, el depredador te atacó; cobardemente, por la espalda. Nada se pudo hacer. La bola de remolque penetró hasta tus entrañas roñosas por el hielo, la sal y los 574 km que hacías cada fin de semana, aunque desde hacía 3 meses apenas trotabas por las montañas. Ni el constante aviso de " fallo de motor", ni la fuga del líquido de frenos, ni tu falta de aire acondicionado; ni siquiera la rotura del tubo escape pudieron acabar contigo. Tuvo que ser el tiburón de las carreteras; tuvo que ser ese flamante BMW el que te dejase cojo y comatoso. Al menos le dejaste un buen boquete en el líquido del limpia... ¡Bien hecho!
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| Algo se muere en el alma cuando un amigo se va... |
El desplazamiento de la vertebra, el esguince cervical, la contractura de la espalda, los mareos al levantarse... nada comparado con tu posible declaración de siniestro total. Tú que uniste parejas a lo largo y ancho de la geografía española. Fuiste el mejor cupido de muchos, el mejor Rocinante de tus distintos valientes y locos amos; el mejor trineo en la nieve y el mejor surfista de los mares del norte. Contigo hemos cantado Mil veces Amanda, y consolamos a ese Clic enamorado de un Barbie que amarró el barco pirata, e incluso Leiva repartió Pólvora en tus alfombrillas. ¡Oh Picassin, mi Picassin! Quizá en unos días tengamos nuestro último encuentro. Después de tus años de servicio, mereces un homenaje, unas salvas en tu honor y a los 391.000 km recorridos. Que pena este final, pero te vas muriendo en acto de servicio. Los Arcos, San Sebastián, Madrid, Ávila, Salamanca, Vigo, Irún, Olite, San Juan de Luz, Lleida, Arán, Oviedo, Gijón, Las Catedrales... Y un sin fin de sitios más han sido testigos de tus andanzas.
Es el fin del viaje infinito de Deluxe. Solo puedo decirte ¡Hurra amigo! Has hecho felices a muchos y has enriquecido a otros siendo víctima de multas de 600€
