Os presento a mi muy querida compañera de fatigas: la maleta de flores. La historia de esta maleta es bien sencilla: de los militares alguien copio la idea y diseño en formato "casual", lo que el ejército usaba para mover cosas. Resultado: una maleta sin fondo, ligera como una pluma y manejable como... algo que os resulte manejable. La mía ha sido un regalo que los Reyes dejaron en el Val d' Aran para mi... jijiji (Pilar e Irene el jijiji es risa traviesa así que NO, no dejaré de usarla) ;-) ;-)
Ahí van 23,1 kg de ropa, enseres varios, fotos, libros y demás cachivaches para los próximos 3 meses. Echo de menos muchas cosillas pero bueno, espero sobrevivir. Por exceso de peso, tuve que abandonar en el Prat mi crema de manos de mercadean y mi champú... vaya chusta! además de tener que sacar una sudadero y tirar un montón de papeles.
Anyway, por esa y no por otra razón, el blog se llama "la maleta de flores". Me recuerda a personas a las que quiero mucho, (seguro que más de uno está leyendo este post ahora) y además que siempre van conmigo en mi "maleta".
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