martes, 3 de febrero de 2015

Que levanten la mano los Millennials



Si estás harto de expresiones como "generación ni-ni", "emigración forzosa", "fuga de cerebros", "egoístas ignorantes" y demás tópicos dedicados a todos aquellos que nacieron desde comienzo de los 80, este post es para ti. Deberías saber que hay gente que nos sigue odiando, pero hay otros que saben que su pensión depende de nosotros, por eso han cambiado la estrategia.

El año pasado, concretamente en mayo de 2013, la prestigiosa revista Time dedicó su portada a "The me me me generation" (La generación yo, yo, yo) que engloba a todos aquellos que nacieron del año 82 en adelante, es decir, los hijos de los baby boomers y nietos de los veteranos de las grandes guerras del s. XX.  El periodista Joel Stein nos regaló algunas lindezas como que la generación del milenio éramos vagos, narcisistas y nos echaba en cara que aun vivíamos con nuestras padres. El periodista se cuestionaba el porqué ésta iba a ser la generación que nos iba a salvar de la crisis que, por cierto, provocaron las generaciones precedentes. Sus conclusiones fueron fruto, entre otras cosas, de una "investigación etnográfica" al vivir durante unas  horas como lo que él consideraba millennial. Pero The Times no fue la única, y el 2013 pasó a la historia por ser el año en que nos dieron cera pero bien, simplemente por ser jóvenes y eso amigos no puede ser.

Sin embargo, la pardoja se da cuando caen en la cuenta de que desconfiamos, huímos y reprobamos muchas conductas nocivas que las generaciones precedentes intitucionalizaron y denominaron como "políticamente correctas" a la sazón, evadir impuestos, endeudarse hasta las cejas, abusar de los más débiles, vivir de la política como si fuera un cortijo de amigos, vivir la vida siguiendo una línea única y marcada plagada de convencionalimos, decidir si hacer algo o no en función de lo que pensaran los vecinos y un largo etc.

"Se da también la cosa" de que somos una generación de descreídos y desconfiados (aquí caben miles de matices). Pero dicha desconfianza por ejemplo en las instituciones es por corruptas y opacas; precisamente esas instituciones que la generación de Stein y mayores dirigen con mano laxa y de las que es imposible sacarles.  Somos descreídos por una crisis que nos asaltó sin comerlo ni beberlo, la cual nos ha impedido cosas tan sencillas como irnos de casa de nuestros padres, encontrar un empleo digno o simplemente, plantearse tener una familia. Pero ante la adversidad nos hemos hecho fuertes. Los movimientos verdes están liderados por juventud que a falta de coche, usa bici que es más barata y no contamina; ante la falta de oportunidades aquí, nos  hemos ido a otros países, aprendido idiomas y experimentado cosas nuevas. Arquitectos, ingenieros, periodistas y economistas se han arremangado para limpiar y servir  en UK los cafés de los acomodados como él. Y menos mal que aun tenemos padres y abuelos que nos acogen. Gracias a su amor y generosidad tenemos techo, porque si es por las instituciones, debajo de un puente tendríamos un hermoso suelo sobre el que reposar. Con una tasa del 22% de paro juvenil en la UE y de más del 50% en España, no estamos para salvar a nadie sino más bien para sobrevivir nosotros. Pero aun así somos generosos. Reciclamos, apoyamos el comercio justo, hemos  rescatado el trueque inventado cosas como los bancos del tiempo o compartimos el coche con desconocidos, para ahorrarnos unas perrillas y contaminar menos.

Siguen diciendo que somos  NiNi sin percatarse que mucha de la frustración de esta generación ha sido provocada, FOMENTADA y mantenida por todos esos individuos que se creían responsables y que han provocado el ocaso de una era. Aunque solo por eso, os damos las gracias.  Es difícil encontrar lideres políticos y económicos menores de... ¿50 años? (amén de los jóvenes de la emergente  izquierda radical europea,  que a excepción de Alexis Tsipras recién elegido en Grecia, no gobiernan en ningún sitio aun) porque son caminos vetados para la gente con ideas nuevas, diferentes o simplemente, más frescas de las establecidas. Pero en aquellos ámbitos que se escapan del control carca, los líderes son jóvenes con talento, creatividad, con ganas de hacer cosas nuevas y que se esfuerzan mucho, día a día. Quizá los "respetables adultos" no los conozcan pero seguro que levantarás la mano por sentirte identificado con ellos. 

Quizá por todo eso, ahora hay algunos que se atreven a valorarnos un poco mejor. Porque somos la generación de Mireia Belmonte, Rafa Nadal y los hermanos Gasol. La generación de Mark  Zuckerberg, Dustin MoskovitzCarly Cushnie, Brandon Flowers, Rihana, Kate Perry, Lady Gaga, Pau García-Milá, Pedro Espinosa, Didac Sánchez, LuciaBe, María José Marín, Pablo Villalba, Rocío Guerrero y otros cientos de jóvenes que han revolucionado la forma de entender el arte, la cultura y el diseño; la empresa, el medioambiente y el derecho. Somos los milennials y estamos aquí para dar guerra. ¿Asumes el reto?






Nota: este post no va dirigido a tronistas, Gandias Shores y demás farándula made in Telecinco y similares que quieren vivir contando sus noches de desenfreno con hijos de tonadilleras en platós y revistas de papel couché. Tampoco va para aquellos cuyas aspiraciones sean estas o similares ;-)