domingo, 28 de junio de 2015

Encuentros epifánicos en Nueva York

Los días de lluvia en Nueva York te dejan poco margen de maniobra. La lluvia aquí moja como en las el películas: desde el primer segundo. Los goterones que inundan el metro, se convierten en riachuelos que transportan la basura acumulada en las aceras en dirección al dowtown, como si ir  al Soho o a Nolita les hiciera menos basura y más fashion

Gracias a la lluvia te paras y pones orden entre los legajos que has ido acumulando de bares, museos y bibliotecas en los últimos días. Entonces te das cuenta (una vez más) de que conoces todo y nada de Nueva York al mismo tiempo. Y se da ahí un "encuentro epifánico" con una verdad que rumiabas en tu cabeza, gracias al ingente trabajo que Hollywood hace para exportar su no-cultura al mundo. Y de repente, cobra sentido que en melodramático El Diario de Noa, los protagonistas se empapen cuando se funden en el beso del reencuentro (y yo que pensaba que era una licencia literaria para dar más intensidad al momento). El encuentro epifánico yo lo defino como el cierre de un circulo compuesto por un no sé que, que qué sé yo que de pronto cobra un sentido total al toparse con su referente real (perdón por la deriva filosófica). Como cuando entiendes el proceso de derivar e integrar. Ahí hay un encuentro epifánico. En Nueva York se dan constantemente, tanto personales como universales. 

A veces hay que venir a encontrarse a una ciudad que está absolutamente perdida, que no es de nadie y no tiene nada, pero a la vez concentra todo lo que uno en su imaginación desea. Porque Nueva York es la ciudad del sueño americano, pero también la de los juguetes rotos de los que nadie habla. El de los "veteranos de guerra" que a penas tienen 25 años y piden en la calle; el del artista que toca en la calle desde hace cinco años, engañado por la fábula del sueño americano esperando que un buen día, un productor le de su tarjeta y le diga "Call me!"; o el de las bailarinas que se pasan horas y horas compitiendo entre ellas para lograr un puesto en una compañía, sin percatarse de que pronto sus cuerpos esculturales cambiarán y la lozanía de su juventud actual, llegado el momento, será sustituida por otra más lozana. 

Y mientras llevas días rumiando la idea de la dureza descarnada de esta ciudad maldita, llena de experiencias enlatadas y anabolizadas que te hacen creer que estás en un sueño, cuando en realidad estás en medio de la nada, tienes un encuentro con una verdad más universal de lo que tú mismo pensabas. Quizá la primera semana es un cúmulo de sentimientos encontrados, entre lo añoranza de lo dejado atrás y el ansia de conocer lo nuevo. La segunda todo se va taimando y comienzas a pararte y a observar, y superas ese espíritu de turista para intentar convertirte en un newyorker más en el tiempo que dure tu estancia.  Y ahí si se produce un choque de trenes entre la ensoñación de Hollywood y la realidad neoyorkina, porque comienzas a conocer gente: gatos de toda la vida de Nueva York o neoyorkinos de segunda generación; inmigrantes que llevan doce años persiguiendo su sueño y los recién llegados que rezuman ilusión. Y escuchas sus historias como la de que al menos un fin de semana al mes, hay que salir de la ciudad para no enloquecer y todo pierde ese glamour que creías que venía de serie con el pack de viaje. 

Poco a poco, todas estas ideas comienzan a ordenarse en tu cabeza en una dirección a la que no quieres dirigirte. ¿Cómo decir a los que están lejos, envidiándote aunque sea un poco, que ves cada día al menos un ataque de pánico y/o histeria en medio de la calle en gente que parece tan normal? ¿Cómo explicar que existe un racismo latente de negros hacia blancos que padeces en cada transacción diaria? (porque efectivamente, los trabajos más bajos en la cadena social, los hacen ellos. Y tengo contacto directo con esta realidad al comprar café, el lunch o el papel higiénico). Ni que decir tiene todas esas personas que te hablan afablemente no porque te conozcan o les caigas bien, sino porque buscan no perder la capacidad de habla y contacto humano que tan poco practican. Esto, señores, es Nueva York. También es Broadway, Times Square y el MET. Pero de eso ya se habla en las guías. Y en medio de todos pensamientos, te haces a la idea de que eres una persona negativa, de esas que ven la botella medio vacía. Y es ahí, cuando ya estas en el punto más bajo de tu deprimente pensamiento, cuando tienes un encuentro epifánico con E.B White y Elvira Lindo (he de confesar que con ella ya había tenido unos cuantos). A sus relatos les separan más de 60 años pero ambos cuentan lo mismo. Y entonces respiras tranquila y te alegras de no ser la única que ve los puntos negros de una sociedad que parece muy pulcra. Y las ideas empiezan a bullir como hacía tiempo que no lo hacían. Y entras en trepidación con ganas de escribir una entrada en el blog, que más que un post sobre un viaje, es una sesión de autoayuda para clarificar tus pensamientos y ver que tienen sentido. Por eso, lo próximo que escriba sobre esta ciudad será las cosas que he aprendido a través de los ojos de los que la han vivido. Porque, al igual que necesitamos que nos enseñen a leer y a escribir,  también necesitamos mentores que nos muestren las luces y las sombras de las ciudades. Y los únicos capaces de darnos un poco del alma de una ciudad, no son sus habitantes, que siempre hablan desde su boina más o menos enroscada, sino los artistas, verdaderos city-soul-hunters.  ¡Gracias!





viernes, 26 de junio de 2015

Me da igual que seas gay. ¡Esto es NYC!


Vivo en Manhattan, en un barrio gay y me encanta. Lo sé, esto parece postureo, pero no lo es.  En Nueva York, Chelsea ha sido tradicionalmente un barrio con importante raigambre gay. Pero de la 8ª a la 10ª avenida, por la zona del mindtown, no se quedan cortas. De hecho, la iglesia católica que frecuento, de St. Paul* (Columbus Av. con la 60th),  es conocida por ser una de las que lleva la pastoral homosexual en la ciudad. Y sin enfrentamientos ni atentados contra la libertad religiosa como en mi querida España. Y en la semana homosexual por antonomasia, se ha aprobado por cinco votos a favor y cuatro en contra, las uniones homosexuales en todo el país. Así que por aquí andan de celebraciones, pero sin la beligerancia ibérica. Porque aquí amigos, la gente vive su vida y punto. 

Por eso, querido colectivo gay de España: os hago un llamamiento a la normalidad y naturalidad. Si esa opción vital (no solo sexual) la has elegido libremente, bien por ti. En general, no me importa con quién compartes tu vida y quizá, tu plan de pensiones así como con quién te acuestes o con quién te levantes, (este dato no me interesa de nadie, nunca. Pertenece a la intimidad de cada uno). Lo respeto**.

La decoración típica de mi barrio. Esto es en la 9ª. Y todos tan pichis. =D


Admitámoslo: ya estamos en la tercera o cuarta generación post revolución sexual. Yo pertenezco a la primera generación de hijos de divorciados, y eso si que es heavy. Somos esa gente que hemos experimentado en grado superlativo, la desestructuración familiar y la posterior desestructuración social. Cierto que no habremos vivido ni la hambruna ni la guerra, pero emocionalmente hemos crecido en un ambiente hostil e inestable que ha contribuido a que hoy seamos más blandos y débiles que ayer y tengamos hambre de afecto, seguridad y de calor de hogar. Esto también hace que seamos capaces de entender el sufrimiento que otras personas pasan en muy diversas situaciones. Y porque no hablemos todo el rato de ello, no quiere decir que no lo respetemos. Salir a buscar fuera, lo que no se tiene dentro puede ser peligroso. Me refiero a cosas como el autoestima, el amor propio o la personal y libre aceptación. No me impongas tu estilo de vida y sobre todo, respeta que te respete y no trates de poner mi natural sexualidad (heterosexual) en entredicho. No la ataques, porque me faltas el respeto,  atentas contra a mi libertad y sobre todo, distorsionas la convivencia pacífica. Porque si atacas como colectivo, habrá respuesta de otro grupo. 

La aceptación es una cuestión personal, no colectiva. Yo os acepto como sois. Tengo amigos y parientes gays y lesbianas a los que quiero y respeto, siendo este afecto algo recíproco. Y del mismo modo que me cansa la espiral informativa sobre Pablo Iglesias, Mayli Cyrus, Grecia, Rajoy o Ylenia, me agota la presión sobre los temas LGTB en general. A ver, estás en la agenda de todos, desde la ONU hasta los ayuntamientos. Lo has conseguido y si era lo que querías, colectivo gay, ¡ole y ole! porque ya lo tienes. Nos sé de qué servirá, pero es una conquista social anhelada y ahí está. Pero de verdad, destierra la artificialidad y el discurso casposo. Recuerda que los años y las generaciones van pasando y algunos siguen con los mismo clichés y discursos de los 90. Los millennials somos otra historia, y aquí en Nueva York se nota. Y no es porque la sociedad sea más abierta, o haya más libertad, sino que es porque cada uno vive su vida sin meterse en la del vecino (España, el deporte nacional es criticar, juzgar y husmear en la vida del vecino, así que pongámonos las pilas es esto...). En mi barrio neoyorkino no hay problemas de convivencia por razones de raza o de orientación sexual. Y no es porque la gente mole más, sino porque cada individuo así lo decide. Quizá Texas no sea un lugar seguro si piensas diferente (tampoco creo que lo sea para mi), pero en general la convivencia pacífica y respetuosa es un hecho.

A título individual, un gay mola, puede ser pesado, charlatan o simpático, como todo hijo de vecino; como te puedo parecer yo. Pero a nivel de colectivo, eso otra historia... te presentas como estridente, alocado, chillón, vengativo y un pelín escandaloso. Y de verdad que la gente de mi barrio con la que convivo a diario no es nada de eso. Los hay educados y simpáticos, los hay extrovertidos y humildes... pero no reúnen todo un festival de estridencia en su persona.  Aunque el colectivo gay en mi escala de grupos sociales ha subido muchas posiciones gracias a la última campaña de Dolce & Gabbana 'Viva la mamma', aunque tampoco profundizaré más en ello.

Delicioso homenaje a la madre después de muchos años de hipersexualizar
a la mujer. ¡Bien por Domenico y Stefano!


Queridos todos, no quería dar doctrina. Tan solo mandar un mensaje sosegados ante la radicalización propia de estos días, tanto de unos como de otros. Fuera de la burbuja nacional, las cosas se ven de otra manera. La convivencia y el respeto son posibles. ¡Brindo desde algún rooftop por un día del Orgullo Ciudadano! ;-)








* He prometido post sobre la parroquia pero aún estoy en fase de preparación...
** He repetido la palabra respeto y sus variantes al menos ocho veces. No he buscado sinónimos a propósito. Tampoco he querido usar la palabra tolerancia, por esa noción filosófica que se refiere a permitir lo malo. Y si algo nos está enseñando este Papa es a no juzgar al vecino, porque con dicha vara nos juzgarán a nosotros (y donde realmente importa). 

domingo, 21 de junio de 2015

Welcome Summer to NYC!

Hoy comienza el verano en el hemisferio norte, y que mejor manera de celebrarlo que saludando al sol. Por eso, hoy ha tenido lugar el mítico día del yoga al aire libre en Times Square. Desde las seis de la mañana, cientos de adictos a esta disciplina se han dado cita en la calle para darle la bienvenida al verano en un evento anual ya ineludible. 






Mientras unos íbamos buscando el aire acondicionado de tienda en tienda, otros se tiraban al suelo (con esterillas y toda la pesca) para mostrarle sus respetos al dios Helios. Aquí ya empieza a apretar el calor y los 30ºC de hoy hacen impensable hacer deporte al aire libre... 
En realidad yo también le he hecho mi propio homenaje al verano asistiendo ayer a una barbacoa en la isla fluvial que posee un afamado profesor, de una conocidísima universidad americana. Ahí mismo me enteré que su mujer, abogada de profesión, es de las personas más influyentes de los Estados Unidos, ¡BIEN POR ELLA! Os haría un reportaje minucioso de cómo es poseer una isla en USA y de cómo la barbacoa del verano que ahí se celebra, es uno de los eventos de la temporada, que congrega a casi 200 personas de hasta 18 nacionalidades. Pero como comprenderéis, me sabe mal publicar aquí fotos y destripar los entresijos de tan solemne evento. Solo os diré que fueron magnificos anfitriones, y que las hamburguesas y hot dogs hechos al momento, corrían por esa finca como el calimocho en un botellón de quinceañeros. 

Sigan con sus rutinas; yo les envío saluditos desde la big apple! 
Nunca había visto tantos culitos en pompa a la vez =P

Esta parece la postura de seducción "y saca pecho" de Una Rubia muy Legal...




sábado, 20 de junio de 2015

Centro María: Con B de barato (II)

Como había prometido, hoy voy con la suite. En ese largo pasillo que veíais en la entrada anterior, se encuentra mi habitación, la 212 y como bien se indica en la puerta, hay que entrar con el corazón alegre, oh yeah! Yo que soy muy de organizar espacios, he dividido la habitación en 4: la entrada, donde encontraríamos la zona de aseo y el closet (no, no es walking-closet con luces que se encienden con dos palmadas); el despacho, con una mesa 4x4 y una silla forrada con plástico estampado con piel de serpiente, que da mas calor que  una sauna; a continuación se encuentra la cama y por último el living con su "barra" y nevera para invitar a los amigos a unas birras...  


Efectivamente, se han inventado mi nombre


Como bien podéis ver hay cuatro espacios, ¿los veis?

Como está en un segundo piso y esta es la ciudad que nunca duerme, aquí todos trasnochamos. Bien sea por la alarma de un coche que se pasa 8 horas seguidas sonando sin que nadie, ni siquiera la poli, haga nada para remediarlo (true story!), la guardia montada trotando con sus caballos (si, van a caballo...) o por las ambulancias, aquí no hay quien pegue ojo.  Ni hablemos de los bomberos y la jarana que montan a su paso porque señores, si fuses por cada vez que pasan y oigo sus sirenas, podría decir que en NYC hay un incendio al más puro estilo troyano cada día en cada esquina. Otro tema son las gentes que gritan y hablan a voces a causa de la pedrada mental que les ha regalado esta ciudad. Porque amigos, hay que admitir que cuando las necesidades básicas no están bien satisfechas, uno pierde el norte. Y comer, dormir, defecar y socializar son las cuatro necesidades fundamentales que todo neoyorkino tiene por colmar. Comer comen cualquier cosa, de cualquier manera y en cualquier momento. Uno no sabe si están con el desayuno, comida, cena, aperitivo, merienda, recena...siempre están comiendo mucho y todo grasoso. Eso si, siempre caminando por la calle, no vaya a ser que Wall Street vaya a caer 10 puntos entre bocado y bocado. Los hay muy gordos y las hay muy flacas (porque según me dicen, si no estas flaca y te ves bien, tus posibilidades de conseguir un buen trabajo ser reducen). Esquizofrénico 100%. Mucha gimnasia por la tele va a tener que hacer Michel Obama para arreglar esto...
Con esa comida y en ese ritmo, ya os imaginaréis que tienen todos los problemas alimenticios, intestinales y nerviosos del planeta. (Suerte que en la suite siempre tengo, como diría Gemma, el kiwi de la mañana). 
Y qué decir de las necesidades de aprecio. El crack está causando estragos (believe me! Vivo a dos calles de un centro de desintoxicación), pero más lo está haciendo el individualismo y el consumismo. Si le sirves a alguien, te tendrá en cuenta, si no, pasas a la lista de "bultos" (tengo la teoría de que aquí la gente no ve personas, sino bultos en movimiento). Y qué ocurre con esto, pues que hay mucho loco suelto que en realidad necesita ayuda, mucho anciano con ganas de palique y un descentre total de lo importante y lo accesorio. Pero esto da no para una entrada, sino para una tesis. 

Así que seguid viendo mi suite y yo seguiré pegando mordiscos a la Big Apple.  ;-)




Closet y make up. Todo muy organizado.

Aquí el minibar, con su barra y nevera. 

Y aquí las vistas...

viernes, 19 de junio de 2015

Centro María. Con B de barato (I)

Y entre idas y venidas, entrevistas, turismo, lecturas y escrituras, se me acabó el liquido de lentillas y tuve que abrir el nuevo. Y así, en este gesto tonto,  me di cuenta de que el tiempo corre que vuela; de que la maleta no está dando señales y de que la vida aquí gira como una turbina. 


Cada día tiene su afán y cada nuevo viaje de La Maleta de Flores tiene una entrada dedicada al lugar donde habito. En realidad esta vez serán dos capítulos para no alargar mucho la cosa. No puedo creer que ya hayan pasado 22 días desde que llegué y aún no os haya escrito semejante crónica. En realidad, creo que es la primera referencia que se escribe sobre este sitio en internet, porque os lo creáis o no, no tienen web ni nada que se le parezca (solo una referencia en la diócesis de Nueva York) y la página en Facebook que se la cree yo a las 15 horas de poner un pie en esta santa casa. True Story! La gestión se la han encargado a una residente de cara al curso que viene, veremos a ver en qué queda el desembarco 2.0.

Pues bien, me alojo en la Residencia Centro María que contiene 2B de una buena compra: buena en cuanto a la situación y barata respecto al precio, porque para lo que es Nueva York y Manhattan, es superbarata. Pero como diría Jack el destripador, vayamos por partes. Y no, no se me ha olvidado la B de Bonita, es que directamente no lo es. 
Como veis, está muy cerca del río Hudson y de Central Park.

La residencia está regentada por las monjas de María Inmaculada, orden fundada por una navarra: Santa Vicenta María (ya sabéis que Navarra exporta pimientos, espárragos y santos). El edificio se encuentra situado en el 539W de la calle 54, frente al edificio Mercedes. Hace unos 10 años está zona no era muy recomendable pero desde que Donald Trump se ha puesto a edificar en los alrededores, esta zona es el nuevo Chueca de Manhattan; porque amigos las avenidas 9 y 10 están plagaditas de locales gays de moda. Y no, no es más limpia que el resto de la ciudad y el aire no huele a Jean Paul Gaultier. Simplemente hay banderas del arcoiris y gays de la manita.  De hecho, la iglesia que lleva la pastoral homosexual de NYC está aquí al ladito. Pero eso lo dejo para otra entrada porque da para mucho. 









El edificio por fuera es más o menos monillo. Tiene 4 alturas y rompe un poco con la dinámica de edificios monstruoso de alrededor. Pero por dentro, ay amigos, por dentro es como volver a los 40 de Cuéntame. En favor de las monjas diré que hacen una gran labor para los pocos recursos que tienen. Es un edificio de la diócesis cuyo alquiler cuesta unos cuantos miles de dólares al mes y, en una zona, cuya venta podría reportar muchos millones de dólares, a una diócesis casi quebrada por las indemnizaciones  pagadas por los escándalos  de pederastia. (Esto lo dejo para otra entrada). De ahí que las monjas hagan mucho manteniendo el fuerte en pie y a un precio que no supera los 950$ al mes con desayuno y cena incluidos. 

En la entrada encontramos el cuadro de mandos, donde de 6:30 de la mañana hasta las 00:00 hay una persona que corta el paso a hombres y extraños, vigila quién entra y sale y evita que las amigas pasen de lo que nosotras llamamos "la sala del té". También está el tablón de asistencia, donde estamos todas las residentes en orden alfabético y con un imán señalamos si estamos dentro, fuera o si no dormimos aquí. Sistema rudimentario a la par que efectivo.  

He aquí el sistema de fichas. En ese tablero nos falta Ana
que ya partió para Costa Rica. ¡Pura vida! =(

La sala del té. Sé lo que estáis pensando...shhhh!

En la planta baja se encuentra el "basement" donde está la cocina, el comedor, el salón de actos, la lavandería, el vertedero y algunas habitaciones. Lo mejor de todo esto es el salón de actos, donde hay un piano de cola espectacular que tendrá lo menos 50-60 años, y aunque un poco desafinado, cumple las funciones. Como datos logísticos de interés os comento que no facilitan sábanas, toallas ni papel higiénico (¿Dónde esta Ada Colau cuando se la necesita? ¡Por el derecho universal al papel higiénico!). Los horarios son tempraneros: desayuno es de 06:45 a 07:45 y la cena de 18:00 a 19:00. Si no vas a poder llegar a cenar, siempre puedes dejar el tupper para que te lo rellenen. Esto es una buena cosa porque te da más margen. Aunque si no vas a cenar y desayunas rápido, es muy probable que no medies palabra con ninguno de los seres que aquí habitan. Los ritmos son frenéticos y dispares. La mayor parte de las residentes son bailarinas, pero también hay cantantes, estudiantes de máster, médicos y alguna doctoranda como yo. Que no nos echamos risas ni nada a cuenta de sus ratas y sus compañeras de laboratorio chinas (que efectivamente, trabajan como chinas). 

Pasillo...de hospital. 

Aquí el rooftop (igualito que el del MET) ;-)

Aquí la lavandería. Por el "módico" precio de 5$
puedes hacer la colada.

Salón de actos. Al fondo a la izquierda el piano. El fondo del
escenario es una cuestión aspiracional...


De verdad que la residencia está bien para los estándares neoyorkinos, me refiero a relación calidad-precio. Porque para que os hagáis una idea, en el edificio de enfrente pagan rentas de 3000$ al mes y más.  Lo malo de Centro María es que los materiales de los que está construida, conservan el calor de una manera bestial, al punto de que el suelo y los pomos de las puertas están calientes todo el día. Por la antigüedad del edificio pasan dos cosas: no se le puede incorporar un sistema de aire acondicionado y como las cañerías son del año de la Pepa, a veces el agua sale marrón... (no comments). 

En cuanto a las habitaciones hay individuales, dobles y triples. Cada planta tiene dos baños comunitarios y una especie de cocinilla con un fregadero, microondas y nevera. Por suerte en mi suite tengo nevera porque en la cocina de mi piso apareció hace unos días una rata, y yo con fauna radioactiva neoyorkina no quiero saber nada. Pero dejo para mañana la presentación oficial de mi suite. ¡Saluditos desde la ruidosa y siempre trepidante Gran Manzana!





jueves, 11 de junio de 2015

Noticias desde Nueva York. Perdón por el retraso



Queridos todos,


Siento muchísimo el retraso en actualizar pero es que...¡NYC ES UN ROBA-TIEMPO! Y tengo mucho que contar, así que voy a hacer una entrada recapitulación con minicrónicas de estos días.


China: Through the Looking Glass. ¿Os acordáis de los memes de Rihanna vestida de pizza? Pues se hicieron después de la tradicional gala anual del MET, donde los famosos se dan cita vestidos con el tema de la exposición que se inaugura. Este año era un homenaje a China y de ahí las pintas de la cantante que llevaba un abrigo amarillo plátano que tardaron la friolera de 2 años en bordar. Anyway, para todos los que le guste la moda es una exposición imprescindible, no solo por los vestidos de Alexander Mcqueen, John Galliano o Chanel, sino también por la ambientación china, con un "lago" hecho con efectos de luz y todo.  He de confesar que me tocó un poco las narices que los mantones de manila 100% Made in Spain, lo asociasen con China; porque señores míos, esos bordados son los que llevaban nuestra querida Cayetana de Alba (Dios la tenga en su gloria) o Carmen Sevilla en cuanto la ocasión la merecía y de chino na de na. Por supuesto hay presencia española con unos vestidos del maestro Balenciaga fabulosos (Pili, va por ti este fabuloso). 


Awesome vestido de un chino
(sorry, no recuerdo el diseñador pero no era europeo)

Balenciaga, ¡que bueno!

¿Esto inspirado en China? ¡Y un jamón!
Esto es un patio andaluz como un piano de cola.

Espectaculares los espacios.
En este "lago", flotaban los diseños de Galliano.

Valentino. No comments

El maestro again. 



Misa Gospel. "One Lord. One Faith. One Baptism". Quizá el teatro sea el templo pagano del alma y su expresión. Pero cuando el teatro se convierte en templo, el alma se eleva y busca con la música, las palmas y los brazos en alto, tocar a la Divinidad. He tenido una de las experiencias digamos que "mística- antropológicas" más fuerte en esta isla donde no hay sitio para Dios. La escena se desarrolla en Harlem, un barrio al norte de Central Park en lo que se llama el "Upper Manhattan" (alto Manhattan). La población que allí se concentra es mayoritariamente afroamericana y fue el escenario de algunos de los famosos discursos de Martin Luther King y Malcom X en favor de los derechos civiles de los negros. Las calles suenan a jazz y a soul. En esa iglesia también están en crisis porque había más turistas que feligreses. Al entrar, nos recibían unas "usher" vestidas de blanco con una especie de tocado en la cabeza al más puro estilo Paseando a Miss Daisy. Turistas, atrás; fieles, delante. Ellos vestidos con trajes color crema; ellas con trajes de falda por mitad de pierna, chaqueta y sombreros con destellos y copa alta como se debían llevar en los 90 en Ascot. No se nos permitía hacer fotos, por lo que no os puedo poner testimonio gráfico, pero es como en las pelis 100% y queda latente el origen tribal y rítmico de la comunidad afroamericana. La música y las palmas les elevan y es un sentimiento que se contagia por lo que no paran de bailar, levantar las manos y, porqué no decirlo, en algún momento berrear. (NOTA 1: Más del 75% de los turistas eran españoles y nos dedicaron una calurosa bienvenida en castellano. Nota 2: Me alegro de que vayamos saliendo de la crisis...) ;-)

La fiesta de los museos. El martes 9 fue la fiesta de los museos. Durante toda la tarde estaban abiertos gratis, con música, espectáculos callejeros y artistas haciendo lo que mejor saben delante de todos. Mis compis (Inés, Ana y Mechi) y yo decidimos ir al Guggen porque nunca es gratis. Lo que no nos esperábamos es que el resto de neoyorkinos hicieran lo mismo (ingenuas...). La cola daba la vuelta a la manzana (LITERAL). Comenzamos a caminar buscando el principio de la cola y llegamos de nuevo a la puerta después de dar, insisto, toda la vuelta (y las manzanas son de las golden premium de grandes). Así que como repartían tizas por doquier, nos dedicamos a hacer arte en la calles (bueno, las que tenemos muñones por manos y nos va la palabra más que le dibujo, pusimos mensajes de interés mundial).

Aquí el equipo Newyorkers!

#SportingDePrimera #PuxaAsturies

Rooftops time! Lo mejor de Nueva York hasta el momento es la cultura del rooftop. En cuanto el invierno deja de congelar la ciudad, se limpian las azoteas, se sacan las sillas y mesas y a gozar de las vistas. Yo ya he estado en tres pero la mejor azotea es sin duda la del MET. Ahí estuvimos con unos cuantos colegas alemanes y ellos, que tienen mucha cultura de azoteas y de cosas guays de NYC, han dicho que esta es la que tiene mejores vistas. Yo añado que además de las vistas, tiene las cervezas más caras del mundo...9$ y nada buena por cierto. El MET está en Central Park así que le ves la cara a la Gran Manzana. 

Salgo guapa guapa, pero lo importante está detrás.


Así es de día...

Y así cuando anochece!

Profesionalmente informo que las cosas van marchando y SUPER-SORPRENDENTEMENTE en breves haré mi primera inclusión en la redacción del Wall Street Journal (espero que no la única). También he ido a un par de cursos en el IESE muy top y ya he conseguido el carnet de Fordham. Esto lo pongo para que luego nos quejemos de la burocracia ibérica...que aquí nos hemos tomado una semana para resolver la papeleta pero ya está, conseguido. Seguiré informando desde la Big Apple.


pd. Irenita, el título va por ti.  ;-)


domingo, 7 de junio de 2015

¡Gracias familia rojiblanca!





"¡ESTE EQUIPO ESTA ENTERO COMO LA MADRE QUE LO PARIÓ PORQUE SE PARTIÓ LA CABEZA!" "¡POR COJONES SE TIENE QUE SALVAR!"

Estas palabras del mister de misters Preciado resuenan hoy en mi cabeza con fuerza y resumiendo lo que esta temporada hemos vivido. Porque hasta el último minuto, la familia rojiiblanca hemos estado en vilo queriendo devolver al equipo  a lo más alto. Este bloque sportinguista de equipo y afición no nos hemos rajado en estos último años en el pozo de segunda. Ahí estuvimos vibrando con los colores del equipo en cada una de las hazañas casi épicas con unos jugadores agotados, con un cuerpo técnico bajo la máxima presión y una gestión paralizada por las deudas. La sombra de la desaparición se cernió sobre nosotros como la más oscuras de las noches; como un demonio maldito que buscaba arrojarnos a las profundidades del averno. Eramos David frente a Goliat. Pero lo hemos vuelto a hacer. Ya lo dice nuestro himno: "Tu fe nunca decaiga, no debes desmayar". Ese himno que una y otra vez nos recuerda que volveremos a triunfar. 

A quién lo ha dado todo no se le puede pedir más. Vosotros lo habéis dado y de la mano de uno de los nuestros: El Pitu.  Él se ha dejado la voz, los brazos y los nervios por vosotros y por la afición. Finalmente nos hemos llevado esa sorpresa agradable que el mister mencionaba estas últimas semanas.  Que orgullo veros abrazados, llorar y emocionaros con la afición. La lucha ha sido titánica y hasta la extenuación pero lo habéis conseguido. Hoy más que nunca, los ojos empañados en lágrimas se van al cielo como buscando la mueca de Manolo que ya dijo claro, que el Sporting se tenía que salvar por cojones. Y con vosotros nos hemos salvado todos. Porque nos habéis devuelto la ilusión, la fuerza y las ganas; porque nos habéis enamorado con vuestro juego humilde pero inteligente. ¡Sois sencillamente gijonudos!

Escribo este post desde la Gran Manzana. Soy una asturiana haciendo las americas. Siento no poder estar en la Plaza del Marques poniendo la bufanda y la camiseta a Pelayo. Habéis detenido el tiempo y me habéis hecho llorar, sobre todo esa afición que es GIJONUDA, COJONUDA y BRUTAL. Quizá estoy viviendo esto con una intensidad nunca vista en mi, pero a más de 5.000 km de distancia me he sentido parte de esa familia sportinguista que llega mucho más lejos del El Molinón, Mareo o San Lorenzo; más allá de los Picos de Europa, del Cantábrico, de Vegadeo y Ridadedeva. Porque ahí donde hay un corazón sportinguista, está un miembro de la familia rojiblanca y un guardián del paraíso. 

¡GRACIAS POR VOLVER A UNIR A LA FAMILIA! ¡GRACIAS POR HACERNOS SOÑAR! ¡GRACIAS POR ESTA TEMPORADA! ¡GRACIAS POR ESTE GRAN FINAL! 




miércoles, 3 de junio de 2015

Cosas cremosas de NY

Quizá esto da, más que para una entrada de blog, para una sección entera. "Cosas cremosas" son todas aquellas pequeñas cosas/situaciones/momentos que dan más asco que un autobús que huele a cheetos pandilla, repleto de adolescentes. Cremosas también son aquellas cosas que son tan bizarras que solo las puedes calificar así... el efecto que te producen es desconcierto, sorpresa, un no sé qué que qué se yo....Por ejemplo, las cucarachas del tamaño de un dedo índice son de ese tipo de cosas. Aquí son rojas, grandes y ...¡VUELAN! Son como drones con antenas. Con su caminar acelerado y torcido se las ve a la legua y le hacen replantearse a una qué narices ha hecho para merecer semejante compañía en el cuarto. La cosas se vuelve más cremosa cuando te imaginas que puede estar paseando por debajo de tu cama, que puede trepar por ella y mejor aún, puede atacarte quedándose a dormir a tu vera. (No sería la primera que va con sandalias por la city y una cucaracaha pizpireta le pasa por encima de los dedos...).  En el apartado de fauna están también las ratas. Al parecer en mi residencia hubo una de inquilina en la cocina del 3º piso (MI PISO!). Ahora entiendo porqué se decía que en las alcantarillas de NYC había caimanes: son las ratas que tienen el mismo porte. 

Otro rollo es ese humo 100% cremoso y 0% apetitoso que sale de las alcantarillas de Nueva York. Si uno anda despistado y pisa una alcantarilla en plena efervescencia, sentirá un calorcillo pegajoso que sube por la pierna y que da la sensación de que se está pegando al cuerpo. ¡Cremosísimo!

Mítica alcantarilla efervescente


Cremosa se vuelve la ropa cuando caminas por la 5ª av. por culpa de la contaminación, las hordas y hordas de gente que la transitan y por esa especie de humus que hace que parezca que el aire está sudando. 

En el apartado de gentes, también las hay cremosas, no podemos olvidar a ese neoyorkino medio (inmigrante o nativo) que se pasa el día con algún tipo de comestible en la mano. De tanto empinar el codo para comer (siempre fast-food) ha sacado bola de grasa en el brazo. Esto se vuelve especialmente cremoso cuando el/la sujeto/a en cuestión pesa entre 100 y 130 kg, lleva la camisa sudada, gorra en el pelo y por poco no va enseñando "huchita". (Tengo una foto que lo ilustra pero el Karma parece que no quiere que la publique...)

Cremoso es el metro. (No comments)

Esta entrada es un poco sin más, necesitaba compartir con unas cuantas docenas de personas algunos "gusanos" que tiene la gran manzana.

¡Seguimos!

lunes, 1 de junio de 2015

New York...What a city! (1)

¡Volvemos, volvemos y volvemos a las andadas! ¡Oh yeah! Después de unos meses ibéricos y tras la experiencia Suiza, ahora toca cruzar el charco y dar un bocado a la gran manzana. Y la Maleta de Flores ha echado a andar detrás de mi. Habrá varias entradas de puesta a punto porque los escaso tres días que llevo aquí ya han dado para mucho: ha habido día de aterrizaje en la Residencia María Inmaculada (dedicaré una entrada a esto y a como en menos de 24 h. ya hemos empezado a trabajar su estrategia 2.0 porque no tienen NI WEB!), momento semiprofesional con un encuentro Alumni en la sede del IESE, turisteo al más puro estilo japonés (con palo de selfie y coronita de Estatua de la libertad incluida), así como una pateada de alto standing por la 5ª Avenida, visitando los almacenes Saks, parando en Tiffany's, en el Plaza, en la juguetería FAO y en un sinfín de sitios más. Lo mejor de todo es que soy la fiel escudera de la intrépida Zelai, que estos días está aquí por trabajo y que controla más que la guía Michelin. 

En realidad todo resulta tan familiar que las expectativas se quedan colmadas muy pronto con un rotundo:"¡AH! pero esto era parar un taxi amarillo" o "Pues el escaparate de Tiffany's era más molón en la peli". No me malinterpreteis, pero para todos aquellos que os morís de ganas por venir deciros que es la bomba pero no es atómica. Os dejo algunas fotillos de esas que ilustran los primeros días por la isla de cemento. Keep in touch! 



¡Viaje en Iberia 10! Dame una pantalla y me evadiré del mundo, y así fue. House of Cards, The Newsroom, Crazy stupid love (recordando viejos tiempos ;-) hicieron las delicias de un viaje que se me pasó volando (nunca mejor dicho. 















A ver chavales, que al contrario de lo que pueda parecer, hay que currar a veces y esta fue una buena oportunidad. En EE.UU hay más de 1.500 antiguos alumnos de mi alma mater. Está bien conocer a unos cuantos =D










Tiffany's + taxi amarillo. Fue casualidad pero así salió. Insisto, no es para tanto =P Sobre todo si tu presupuesto en joyería es 0,0 aunque es gracioso ver a los asiáticos buscar la pieza más grande, brillante y hortera que pueda haber. La grandilocuencia y el horror vacui están de moda porque como dice Zelai, los asiáticos son los que están consumiendo la industria del lujo. Así que como ellos pagan,  ellos deciden. Y han decidido que burra grande y brillante ande o no ande. 








Reconozco que el bautismo de hamburguesa ha sido muy liviano. Las calorías me persiguen así que una burguer de pollo a la brasa (nunca antes vista) sirve para llenar el buche. Ya nos dice la señora Obama que hay que cuidarse, por eso todos los restaurantes de comida rápida te ponen las calorías al lado del menú. Ahora ya no se puede engordar tranquilo =P







Por último (y sabiendo que me caerá regañina) no podía dejar de subir el momento poncho azul. Porque la lluvia yankee es muy perra y cala hasta los huesos. Y los yankees son más perracos aún, vendiendo los ponchos a 7$. Menos mal que un tipo de los autobuses que hacen tours, al que desde aquí agradezco su obra, se apiadó de nosotras y nos dio unos ponchos azules que son el último grito en ponchismo. La próxima en lucirlo será Olivia Palermos, believe me ;-)